Enseñando las aves de Extremadura

Durante la penúltima semana del mes de Marzo y la primera semana del mes de Abril, el equipo de Erithacus – Observación de Naturaleza, ha desarrollado en colaboración con Légola Servicios Integrales de turismo, ocio y Formación, dentro del programa de dinamización turística de la provincia de Badajoz, impulsado por la Diputación de Badajoz, dos actividades de observación de fauna e interpretación ambiental en las comarcas pacenses de Llerena-Campiña Sur y  Vegas Altas del Guadiana. 

Imágenes de especies típicas de ecosistemas abiertos, como un raudo bando de 6 ortegas (Pterocles orientalis), el ágil campeo del Aguilucho cenizo (Circus pygargus) o el Elanio azul (Elanus caeruleus), fueron algunas de las aves que pudimos descubrir en la visita del 20 de Marzo en la comarca de Llerena-Campiña Sur, que debido al intenso viento impidió descubrir otras especies de estos llanos. 

Elanio azul (Elanus caeruleus) sobre una carrasca.

Sin embargo, no faltaron a la cita, las otras protagonistas, las aves acuáticas. Limícolas como las gráciles cigüeñuelas (Himantopus himantopus), el archibebe común (Tringa totanus), o el andarríos chico (Actitis hypoleucos), peinaban las orillas despejadas del embalse de Arroyo conejos-Llerena, en busca de su ración diaria de alimento antes de proseguir su singladura hacia sus cuarteles de nidificación. Surcando a escasos metros de la lámina de agua,  pudimos descubrir a la gaviota reidora (Croicephalus ridibundus), y a las siempre elegantes, raudas y prodigiosas siluetas del Charrancito (Sternula albifrons), la Pagaza piquirroja (Hydropogne caspia), o las Pagazas piconegras (Gelochelidon nilotica), nidificantes habituales de estos embalses de interior.

Pagaza piconegra (Gelochelidon nilotica) en vuelo.

Observando las diferentes aves acuáticas. Embalse de Arroyo Conejos-Llerena.

Otras especies como las bellas Águilas calzadas (Aquila pennata) y  la imponente silueta del Águila culebrera (Circaetus gallicus), causaron admiración entre los participantes de esta jornada. Después de conocer algunos de los habitantes de la Campiña Sur, nos desplazamos hacia la Sierra Grande de Hornachos, dónde descubrimos una bonita pareja de los blanquinegros alimoches (Neophron percnopterus), y nos deleitamos con un estupendo picnic de productos extremeños. Justo antes de finalizar la actividad, pudimos disfrutar de una buena concentración de una de las aves acuáticas, quizá más bellas de nuestra avifauna, el Somormujo lavanco (Podiceps cristatus). ¡Nada menos que 30 ejemplares!

Participantes en el Embalse de los Molinos de Matachel.

Con el recuerdo muy presente de estas bellas observaciones y paisajes, apenas unas semanas después, comenzamos la segunda actividad, en este caso realizada en el entorno urbano del rio Guadiana, a su paso por la ciudad de Mérida, y el Embalse de los Canchales. Pese al escaso número de participantes, las observaciones fueron de una cantidad y calidad asombrosas, observando los quehaceres diarios de Moritos (Plegadis falcinellus), Espátulas (Platalea leucorodia), Garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) atareados en la ardua tarea de la reproducción. Junto a estas especies orníticas, pudimos observar también numerosas especies de passeriformes. 

Participantes de la segunda jornada, observando una bella espátula en plumaje nupcial, en el tramo urbano del río Guadiana.

Posteriormente nos desplazamos hasta el Embalse de Los Canchales, sin duda, un referente ornitológico que conviene visitar en cualquier época, especialmente durante el invierno y la primavera. Un gran elenco de ardeidas, compuesto por Garzas reales (Ardea cinerea), garcetas grandes (Egretta alba), garcetas comunes (Egretta garzetta), garcillas bueyeras (Bubulcus ibis), y garzas imperiales (Ardea purpurea), nos dio la bienvenida a este importante humedal.

Fotografía digiscoping de una garceta grande y una garceta común.

Junto a algunos milanos negros (Milvus migrans) que nos sobrevolaban, pudimos observar los primeros alcaudones comunes (Lanius senator), nutridos grupos de hirundínidos y abejarucos (Merops apiaster) en migración, aunque quizá la sorpresa de la jornada, fue la observación de un importante bando de espátulas (Platalea leucorodia), alimentándose en una de las orillas. Entre ellas y salpicados  alrededor de las blancas siluetas de las espátulas, aparecían las esbeltas, desgarbadas y zancudas figuras de 3 inmaduros flamencos comunes (Phoenicopterus ruber). Pronto podríamos observar que finalmente, además del medio centenar de espátulas, el número total de flamencos era de 14 individuos, que pudimos observar a una enorme distancia.

Participantes en el Embalse de los Canchales y adulto de garza imperial en vuelo.

 

Una sorprendente cifra y observación que nos hacia viajar hasta regiones más meridionales, y soñar con las bellas orillas de las marismas de Doñana o del Lago Nakuru en África, adornadas por el rosado plumaje de los flamencos comunes (en el primer caso) y de los parientes los flamencos rosados (en el segundo). ¿Qué mejor manera de finalizar la actividad?

Queremos agradecer tanto a la Diputación de Badajoz, como a Légola Servicios Integrales de turismo, ocio y Formación, por contar con nosotros para la realización de estas actividades, permitiéndonos inculcar los numerosos valores naturales de esta región, dentro de la iniciativa de dinamización turística.

 

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