Con motivo del 4º aniversario del programa Zamora, Aves y Naturaleza que celebrábamos hace unos pocos meses atrás, y con la intención de seguir descubriendo los rincones que esconde el término municipal de Zamora a los participantes que asisten a las jornadas de este proyecto, hoy día festivo de la comunidad de Castilla y León, hemos querido realizar la actividad de observación de aves en un nuevo entorno.
Participantes de la actividad descubriendo aves de ambientes urbanos.
El barrio de Carrascal, muy próximo a la capital zamorana, esconde enclaves de alta singularidad y belleza. Las caprichosas aguas del río Duero, serpentean aquí con los cortados fluviales de origen pizarroso, comenzando a encañonarse antes de formar los agrestes arribanzos que han llegado a darle la importancia paisajística y ecológica al espacio natural Arribes del Duero.
Paraje Las Pajarrancas.
Un encapotado cielo nos recibía al comienzo de la actividad, en pleno centro del barrio de Carrascal, despejándose posteriormente y dejándonos un bello día soleado. Nada más comenzar, quisimos mostrar algunos de los vecinos alados más habituales que podemos observar desde cualquiera de nuestras ventanas. Cigüeñas blancas (Ciconia ciconia), Gorriones comunes (Passer domesticus), Golondrinas comunes (Hirundo rustica) o las raudas, oscuras y fugaces siluetas de los Vencejos comunes (Apus apus) dejaron paso a otras especies de aves.
Aves más propias de ambientes agrícolas y campiñas, como es el caso de la Cogujada común (Galerida cristata) o el Pardillo común (Linaria cannabina). Pronto, comenzamos a observar quizá uno de los mayores atractivos de este bello paisaje. Se trata de los cortados fluviales que se desploman sobre las aguas tranquilas del río Duero. En el enclave conocido como Las Pajarrancas, pudimos disfrutar de numerosas especies de aves rípicolas y rupicolas. Cabe aquí una interesante distinción, pues las primeras hacen mención a las especies típicas de riberas, como fue el caso de un pequeño bando de Abejaruco europeo (Merops apiaster), Cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo), Garceta común (Egretta garzetta), Garza real (Ardea cinerea) o pequeños pájaros de sotos ribereños que pudimos observar.
Abejaruco (Merops apiaster)
Por el contrario, las aves rupícolas son especies típicas de ambientes formados por cortados, canchales o acantilados fluviales o marinos. Aprovechando estos cortados fluviales pudimos observar una pareja de Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) y nutridos grupos de Cuervo (Corvus corax), además de algunos individuos de Golondrina daúrica (Hirundo daurica)
Cuervo (Corvus corax)
Para finalizar realizamos un pequeño itinerario observando a otras aves rapaces, como el Milano negro (Milvus migrans) y algún individuo de Milano real (Milvus milvus), el Águila calzada (Hieraaetus pennatus) e incluso algún individuo de Águila Culebrera (Circaetus gallicus), sin olvidar que en todo momento pudimos disfrutar del concierto primaveral de varios ejemplares de Cuco común (Cuculus canorus), alguna Abubilla (Upupa epops) y de innumerables Ruiseñores comunes (Luscinia megarynchos).
Como colofón, dado el aumento de la temperatura al final de la jornada, descubrimos otra serie de especies animales que pudimos observar, como es el caso de la Lagartija colilarga (Psammodromus algirus) o de un ejemplar juvenil de Lagarto ocelado (Timon lepidus), además de un buen número de especies de mariposas de vivos colores, como la Bandera Española (Antocharis euphenoides) o el Ícaro (Polyommatus icarus) entre otras.
Lagartija colilarga (Psammodromus algirus)
Una agradable jornada en un ambiente desconocido para la mayoría de participantes y a escasos kilómetros de la capital. Si quieres participar en el programa promovido por la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Zamora, consulta las próximas fechas disponibles en Zamora, Aves y Naturaleza
Agradecer por último la asistencia e interés a todos los participantes de la jornada de esta mañana.